Nuestra filosofía

Podríamos escribir sobre los valores de nuestra «gran» empresa y el formidable equipo que formamos, pero preferimos contarte nuestra historia. Aunque breve, que hable por sí sola:

No hace tanto tiempo que pasamos por tu pellejo, el del emprendedor. Nosotros nacimos en 2016, por eso sabemos de primera mano lo difícil que se hace trabajar «gratis» en un proyecto esperando a que en el futuro sea rentable. Nunca sabemos cuando llegará, puede ser mañana o dentro de un año, pero lo que sí sabemos es que cada día que pasa es un día menos de vida que le queda al proyecto si no consigues rentabilizarlo.

Por esto, nuestro trabajo se basa en ayudarte a que tu proyecto, tu mayor ilusión, sea viable lo antes posible. Solo cuando has pasado por ese duro camino, sabes que cada día está lleno de adversidades y qué es lo que necesitas en cada momento. Nosotros lo sabemos, así que te damos todas las facilidades que podemos, no para que veas la luz al final del túnel, sino para que llegues vivo allí. 

Nuestros pilares

Marketing social

Todo trabajo debe de ser pagado, y como empresa, buscamos una rentabilidad, pero no es nuestro máximo objetivo.

Nacimos con la idea de ayudar a todos los emprendedores que necesitan ayuda en Marketing pero no cuentan con grandes presupuestos, y por ello nuestras tarifas se ajustan a tus necesidades.

Transparencia

La transparencia es la base de una relación duradera. Buscamos que nuestros clientes estén contentos y sigan con nosotros.

Te contamos la verdad según la vemos, no te adornamos nada. Solamente cuando conoces la realidad, es cuando puedes tomar las decisiones que te ayuden a crecer más y mejor en el futuro.

Disponibilidad

Somos humanos, y por lo tanto nuestros días también tienen 24h. Esto no quita para que nos adaptemos a tus necesidades y estemos cerca de ti cada vez que lo necesites.

Cada vez que nos necesitas, nos encuentras. No hablarás con una operadora hasta que alguien te coja ni recibirás respuestas automáticas de email.

Responsabilidad

No hablamos por hablar, si decimos algo lo cumplimos. En caso contario lo compensamos.

Sabemos que para todo hay plazos y de nuestro trabajo dependen otras partes para llegar al cliente final. Por eso un fallo por nuestra parte implica un fallo en el cliente final, y eso no estamos dispuestos a permitirlo.